Desde hace mucho tiempo es evidente que el negocio de las impresoras de
consumo no va nada bien, principalmente porque la gente ha pasado a
imprimir cada vez menos para ahorrar dinero, por no mencionar el
creciente número de negocios que aceptan resguardos electrónicos. Este
cambio de actitud en conjunto con otras circunstancias han hecho que Lexmark
entre en un serio proceso de restructuración que incluye el despido
unos 1.700 empleados. De los trabajos eliminados, unos 1.100
corresponden a la fabricación de dispositivos, entre los que se incluye
la división de impresoras de inyección de tinta ubicada en Filipinas,
que ha sido cerrada por completo. Para el fabricante estadounidense es
el fin de una época.
Con tan drástica medida Lexmark espera ahorrar unos 95 millones de dólares al año, pero lamentablemente son muchas las personas que pierden sus trabajos en este tipo de procesos. Esperamos de todas maneras que con esto puedan mantener una contabilidad más equilibrada, con las puertas abiertas y las luces encendidas.
Con tan drástica medida Lexmark espera ahorrar unos 95 millones de dólares al año, pero lamentablemente son muchas las personas que pierden sus trabajos en este tipo de procesos. Esperamos de todas maneras que con esto puedan mantener una contabilidad más equilibrada, con las puertas abiertas y las luces encendidas.
Fuente | engadget
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